
Bueno, creo que hay muchas motivos para comenzar un blog.
Uno, es el interés de comunicarte con tus amigos cuando tenés el charco de por medio, y no alcanza el tiempo, ni las horas de insomio para escribirles a todos.
Otro, puede ser la intención de compartir tus experiencias en el Río de Janeiro de Europa, con la otra gente que es tan extranjera como una y convive en la contemplación extrañada de esta anarquía controlada por el exceso de conciencia cívica catalana.
Y, uno más, es la necesidad de comunicar la intimidad del paisaje hormonal que los diferentes rincones de esta ciudad dibujan en el corazoncito de una valquiria del amor.
Sin embargo, el móvil más sincero, militante y comprometido para una seducida y abandonada es el Resentimiento. Ese es el verdadero leitmotiv que hace girar mi vida en este pequeño mundo de hostel, rodeada de freakies adolescentes europeos, consumiendo sus marquitas de refrescos, zumos, cervezas y energizantes extraños. La comprobación de que una aterrizó en la verdadera sociedad de consumo no es muy amable cuando estás en la lona. Y peor aún, cuando estás tratando de subirte a la lona (Alina dixit)
Y, bueno, como dijeron desde Bugs Bunny hasta el sensei Fabián Casas: Esto es todo, amigos.

3 comentarios:
Que manera tan tuya de volver. O no volver.
Un poco de amor desde este lado de las pampas.
Pasan vacas y no valquirias.
Gracias, Molloy. Todo mi aliento desde acá, para q las ventas del oso polar se reproduzcan y sean millones.
Un abrazo grande
ya que el otro blog se había paralizado
estoy contento de que hayas empezado éste
comienzo a leer entonces
como se dice
desde el principio
un beso
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